MILAN - Una lesión de un compañero y una llamada que llega a pocos minutos de empezar un partido fundamental. 28 de abril de 2010, Camp Nou de Barcelona- En el calentamiento de las semifinales de vuelta de la Champions League entre los blaugrana y el Inter, Goran Pandev se lesiona. Un resentimiento muscular que obliga a José Mourinho a cambiar de planes, pasando al 4-2-3-1 y a cambiar al jugador de Macedonia por Cristian Chivu. El rumano, nacido en 1980, será uno de los protagonistas de la táctica de los nerazzurri. Lucha, corre y cubre. El Inter pierde pero pasa de turno. Excelente trabajo para todos, sobre todo para Cristian.
Cinco meses antes, Chivu había estado a punto de dejarlo, por culpa de un encuentro fortuito de juego con Sergio Pellissier en el partido del campeonato contra el Chievo, el 6 de nero. Una fractura peligrosa de cráneo que había asustado a todos. Luego la recuperación, con la atención constante del staff médico del Inter y el apoyo del equipo y del entrenador. Un técnico, Mourinho, que lo espera y pocos días después de jugar en Barcelona, le dijo: "Los últimos dos partidos del campeonato no los jugarás, te necesito para la final", como ha recordado el mismo jugador en una entrevista para la Repubblica.
Y en el campo, en la noche mágica en el Bernabeu, Cristian estará con el casco protector, que lo acompañará desde el 24 de marzo. El triunfo en Madrid, con la Copa alzada en el cielo español, es el punto más alto de la carrera nerazzurra de Crsitian, empezada en 2007.
A su llegada a Milán, Chivu, con 27 años es uno de los mejores defensas de Europa. Salió de la región rumana de Banato y del CSM Scolar Resita, el club de su ciudad, dónde había entrenador también su padre Mircea (desaparecido en el ´98 a los 44 años). Allí en los "Leones de Banie" lo detectan en el 1999 los ojeadores del Ajax, que estaban siguiendo a su compañero Flavius Stoican. Los holandeses se enamoran no sólo de su calidad técnica sino también de sus habilidades para guiar a sus compañeros, de central defensivo a lateral. Dotes que Cristian perfilará en Amsterdam, dónde será titular y a partir del 2001 capitán, el más joven, llegando a los cuartos de final de la Champions League en 2003. Aprende del entrenador Koeman unas lecturas que le serán útiles, cuando a los 23 años, miembro imprescindible de la selección (en la Eurocopa del 2000 había parado a un tal Luis Figo) y habitual en la Champions, recibe la llamada de la Roma. La Serie A, un campeonato al que se adapta bien Cristian. Con Walter Samuel primero y Philippe Mexès forma una de la parejas más fuertes del campeonato. Con los giallorossi gana la Copa Italia.
Entre las varias "novias" que le aparecen, prefiere al Inter. "Es una elección de la vida", declara en su despedida de Roma en el 2007. La nerazzurra será la última camiseta de su carrera. En siete años, lo ganó casi todo: tres campeonatos, dos Copas Italia, dos Supercopas nacionales, una Champions League y un Mundial de clubes.Deja el Inter y se retira. Agradece a todos, a compañeros, entrenadores y aficionados.
Roberto Brambilla
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