MILAN - Roberto Baggio ha sido uno de los jugadores más grandes de nuestro fútbol. Interesa poco si figura en una clasificación ideal, antes o después de Peppin Meazza, por encima o por debajo de Gigi Riva, su gran admirador.
Riva, uno de los pocos campeones queridos por todo el mundo del fútbol, una vez dijo: "Baggio es grande por lo que hace y por como lo hace". Porque Baggio es probablemente uno de los milagros de nuestro fútbol y prácticamente sin las rodillas ha conseguido regalar emociones irrepetibles en el campo. Su capacidad de superar las dificultades generan admiración, la elegancia de sus jugadas técnicas eran una maravilla, y sus goles te podian llevar al éxtasis. Pero Baggio nunca fue visto sólo por esto, ya que colgó las botas el 16 de mayo de 2004 y sigue siendo un icono viviente, en Italia y en el Mundo. Su genialidad, su sobriedad , su claridad en un mundo a menudo de colores opacos, dice mucho de Roberto, pero eso no es todo.
Porque el milagro de Roby, que llega al corazón del todo, se mete de puntillas y se queda ahí de manera espiritual. Primero chutaba unas faltas maravillosas, ahora lidera batallas humanitarias, desde siempre al lado de su familia. Un milagro de la sencillez, que transmite confianza a todos.
Baggio nace en una familia interista, pasa por los grandes de nuestro fútbol, pero es universalmente querido. Después de la Fiorentina, el primer amor, Juventus y Milan Roby viste la camiseta nerazzurra.Con el Inter, gracias a la alegría del hermano Eddy, quizá el más interista de la familia, regala polaroids imposibles de olvidar. Los goles al Real Madrid, la proeza contra la Roma, el fabuloso doblete al Parma, que permitió al Inter clasificarse para la Champions, permanecen en el corazón de los nerazzurri. Los goles de Roby tenían algo de mágico. De diferente.
Hoy Roby cumple cincuenta años. Casi nunca lo vemos, y sigue siendo un ídolo para todos. Para ser amado no es necesario estar presente siempre, no necesita maquillaje ni lifting: en un rostro cubierto de cabello canoso, resaltan sus ojos llenos de luz. Baggio es el fútbol,el de verdad, el que todos aman. Felicidades Roby, embajador único del fútbol. Hombre verdadero y bueno, como nos gusta a nosotros.
Carlo Pizzigoni
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