Buenos Aires - En la entrada de las instalaciones del Club Atlético Talleres, donde se han realizado los entrenamientos por 2 días, nuestros chicos están más tranquilos y silenciosos de los normal. No pasa a menudo, toda la energía que han demostrado en los últimos días es la prueba. Aprovechamos el momento y nos ponemos manos a la obra. Antes de saltar al campo conocemos a los entrenadores locales, Ezequiel, Santiago, Marcos y Julián para explicarles cual es la mejor manera de estructurar el entrenamiento según los principios del método Inter Campus: Intensidad, pocas pausas, ejercicios que involucren al mayor número posible de niños y sobre todo divertidos y variados. Ejercicios de calentamiento, carreras de relevos, todo intentando que haya siempre juego y diversión. Tras esta primera fase, una un poco más específica, en la que se trabaja la técnica y aumenta la concentración. Los tres gestos técnicos en los que nos hemos propuesto trabajar, junto con los entrenadores locales son: conducción, control y tiro. En la tercera parte del entrenamiento los niños se enfrentan en 1 contra 1 o 2 contra 1, en situaciones como las que podrían encontrarse en un partido. En esta fase los niños están más implicados mentalmente y tienen que tomar decisiones por ellos mismos. En el partidillo final los técnicos observan como se mueven y evalúan si ponen en práctica lo que han aprendido.
Tras primera fase formativa, dividimos a los niños por edades y estamos listos. En este momento es muy importante controlar como se relacionan entre ellos y manejar los conflictos que puedan surgir. Como en ocasiones viven en condiciones difíciles, tienen que saber canalizar de manera positiva su energía y sus emociones. Esto también es importante para su desarrollo futbolístico y hoy todo ha ido estupendamente. Todos se sienten importantes y participan, sin necesidad de quedar por encima de los demás. Lo que prevalece son las ganas de jugar y hacerlo lo mejor posible.
La hora y medio de entrenamiento pasa muy rápido y no se si es por la situación o por una simple camiseta (que para ellos no es tan simple). La sesión se acaba, nos despedimos de los niños y los entrenadores con la promesa de que volveremos en unos meses.
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