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La comida es vida, todavía más para un niño y para un atleta. Hacer deporte contribuye al desarrollo sano y es necesaria una alimentación adecuada para compensar la energía gastada en el campo. Inter Campus ofrece cada año a millones de niños la posibilidad de practicar actividad física, aumentando sus capacidades motoras, la coordinación y el desarrollo. Al juego del fútbol, en muchas áreas del mundo, nuestros partners apoyan iniciativas relacionadas con la alimentación, para educar a los niños con una correcta nutrición, compatible con las posibilidades de la realidad local.
Así, todo el pueblo se prepara para la merienda, con mamás que preparan zumos frescos para el equipo y niños que comparten el bocaillo que han traído de casa. A nosotros nos piden la pizza, estereotipo de Italia también en los sueños de los niños. Nos hacen probar platos típicos y sonríen: mucha fruta y verdura en los países tropicales, pero también sopas calientes en los lugares en los que el invierno es más duro. Al final del partido, la merienda se convierte en un momento de socialización con los compañeros y rivales.
Como siempre, Inter Campus tiene sabor a fiesta.
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