SAO MIGUEL PAULISTA - En campo más de doscientos niños de tres núcleos de Agua Vermelha, San Antonio y Nossa Senhora de Fatima, que ya nos llaman por nuestros nombres y los entrenadores nos acogen con el mismo entusiasmo de siempre. A dos horas del centro, en la periferia de San Paolo, las actividades de Inter Campus se consolidan visita tras visita.
Sigue la fuerte relación con la escuela, pre-requisito para cualquier niño del proyecto. Hablamos de esto con los entrenadores que nos enseñan las fichas de los niños, pero también con Padre Vincenzo, referente local que con dedicación ayuda a la comunidad entera. Justamente él nos explica que un día, durante el amistoso del domingo, se acercó a Bruno, de 9 años, el mejor de todos en el equipo. Los compañeros estaban perdiendo y él estaba sentado en el borde del campo. "¿Te has hecho daño?¿Cómo es que no estás jugando? - le preguntó. "Me han enseñado tres notas rojas en la escuela y no puedo jugar. Durante la semana me entreno pero no puedo jugar este partido". Desde entonces, el rendimiento escolar de Bruno ha mejorado, pero no sólo gracias a su empeño sino también al apoyo del resto de sus compañeros. De hecho ellos lo animaron a hacer los deberes: nadie tenía intención de perder más partidos".
Luego conocimos a Joel, para los amigos Cristiano, por su amor por Ronaldo. Se acercó, tímido, y luego se soltó. ¿Qué hora es en Italia?¿Hace mucho frío?"Su sueño es visitar Milán y aprender italiano.
Antes de viajar, charlamos con los periodistas que se han acercado para documentar el proyecto. Son los propios niños los que conceden las mejores entrevistas. En el fondo, este también es el objetivo de Inter Campus, y somos felices de cumplir nuestra parte.
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