Una de las ciudades más pobres de Pernambuco es, en realidad, poco más que un pueblo. Inmerso en un mar de cafetales, dónde la caña de azúcar domina las colinas durante kilómetros. el paisaje se interrumpe con un par de fábricas que impregnan el ambiente con un olor dulce y dan trabjao a la mayoría de los habitantes de la región. El 85% gana 60$ al mes.
El campo de tierra blanca de Aracoiaba surge al lado del cruce principal, donde Marcelo Raphael, profesor de educación física y educador local de Inter Campus, entre a un centenar de niños cada semana. Como siempre, el proyecto, también gracias al interés y a la ayuda del ayuntamiento, está ligado a la instrucción. Los alumnos llegan al campo directamente después de las clases, con la misma chqueta amarilla y negra que llevan a la escuela por la mañana. Vienen de varias instituciones, para garantizar la paridad de oportunidades y para integrar a los chicos que durante el día no se ven.
El mismo alcalde, junto a algunos docentes y al responsable de educación y deporte del gobierno, presentes en el campo, destacan que tanto el fútbol como Inter Campus están teniendo un impacto positivo en el rendimiento escolástico de los chicos. Por ejemplo, desde el 2009, el porcentaje de alumnos con rendimiento por debajo de la media ha pasado del 45,4% al 26,3%. Estímulos para seguir adelante con las actividades.
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