LA MAGIA DEL BALÓN CONTAGIA TAMBIÉN A LOS NIÑOS DE INTER CAMPUS RUMANÍA

La emocionante visita del entrenador Roberto Picardi a los núcleos de Slatina y Macin

BUCAREST - Aterrizo en Bucarest sobre las 14h, el cielo está gris y se respira un cierto aire invernal. Saludo con afecto a mis "amigas-colegas" Annalisa y Paola, con las que tengo el placer de compartir el proyecto Rumanía. La primera etapa es Slatina: tenemos a niños rom en nuestros grupos, y a muchos otros que proceden de situaciones muy difíciles. La atmósfera es estupenda, un campo sin hierba, una pelota, una camiseta nerazzurra y muchas ganas de divertirse. 

Después de tres días, nos trasladamos al sudoeste, a Macin,  un paisaje simple pero que crea un aire muy poético. 
Nos solíamos despertar sobre las 6h, excepto el primer día que nos levantamos a las 4:30h debido a un terremoto de magnitud 5.5 en la escala Richter. Después de calmarnos, desayunamos y cogimos una especie de barca para cruzar el Danubio. Al otro lado del río nos esperaban dos equipos de niños, de los más afortunados porque podían jugar a fútbol en un campo de hierba.
La zona en cuestión era muy pobre, pero los niños muy ricos: ricos en pureza y en ganas de jugar. Nuestras jornadas pasaron volando gracias a belleza de estos niños que cada día nos enriquecieron enseñándonos algo nuevo. 

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