FLORENCIA- Esta mañana se ha presentado la Copa del Mundo Intercampus: del 18 al 28 de septiembre de 2009, trescientos niños procedentes de 21 países participarán en la "Toscana 2009 - Coppa del Mondo Inter Campus", iniciativa de solidariedad internacional organizada por la Región Toscana, Fondazione Monte dei Paschi de Siena y F.C. Internazionale, y que se jugará en Florencia, Siena y Milán.
Presentes en la rueda de prensa de presentación, el presidente del Inter, Massimo Moratti, el presidente de la Región Claudio Martini, el asesor regional de cooperación internacional Massimo Toschi, el presidente de Inter Campus Massimo Moretti y el presidente de la Fondazione Monte dei Paschi de Siena Gabriello Mancini.
Massimo Moratti ha agradecido a la Región Toscana y a la Fondazione Monte dei Paschi de Siena el apoyo recibido: "Inter Campus no nace de cosas complicadas, sino del hecho de conocer situaciones de pobreza, es algo instintivo. El fútbol tiene la posibilidad de ayudar en este sentido: a través del fútbol se hacen cosas extraordinarias. Empezamos en las favelas de Brasil, intervinimos durante la guerra de Kosovo, estuvimos en Israel y hemos ido a otros países, y en todos los lugares obtuvimos una bellísima respuesta por parte de los niños, viven una experiencia que les llega por sorpresa. Se sentían cuidados, que habían encontrado a un "amigo", se sentían importantes con la camiseta. No hemos corrido para desarrollar esta iniciativa, pero hemos preferido encontrar las condiciones e instructores adecuados. Y entonces nació la idea de Massimo Moretti de vivir el sueño de una Copa del Mundo. Para ellos, Italia es un país espectacular, pero también para nosotros es espectacular ver a estos niños felices. Nosotros no encontramos a campeones a través de Inter Campus, sino buscamos la simpatía de los niños. Esta Copa del Mundo es un premio para ellos, y también para nosotros".
Massimo Moretti, presidente de Inter Campus, ha especificado que "los niños terminan la experiencia a los trece años, edad que coincide con el final de la educación obligatoria. En muchos de esos países, es difícil que los niños acaben la escuela. Nosotros entramos dentro de su realidad, a veces tuvimos que negociar con narcotraficantes, con los que reciclan la basura, acompañamos a los niños en su realidad. El momento del juego siempre es bonito, y en muchos de estos países, los niños no pueden hacerlo. En Brasil tuvimos que escoger a pocos niños de entre 4.000, por eso elegimos a organizadores locales. En un momento en el que se habla mucho de la inmigración, el hecho de que realicemos este tipo de cooperación, con humildad, es importante. "
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