MILÁN - "Este es un gol que en 10-15 años les contaré a mis hijos". Dejan Stankovic marcó un auténtico golazo frente al Génova en el estadio Ferraris. Una volea con el pie derecho desde el centro del campo. Tras el partido explicó cómo lo vio él: "Me moví hacia la derecha, esperando que Amelia (portero del Génova) cometiera un error. El balón entonces me cayó a mi y no me lo pensé dos veces, incluso si puede haber parecido estúpido. Aunque fue todo lo contrario, fue una obra de arte". Un gol extraordinario y uno que necesitó de un genio para siquiera probarlo. Fue el 17 de octubre de 2009, con Deki marcando el tercero del Inter en una victoria por 0-5. Los demás jugadores en el marcador fueron Cambiasso, Balotelli, Vieira y Maicon.
Lo increíble fue que Stankovic demostró dos años más tarde en la Champions League contra el Schalke que este gol no había sido casualidad. Esta victoria contra el Génova es la mayor que el Inter jamás ha logrado contra los rossoblu. Siempre es un partido difícil cuando jugamos en Liguria, aunque la temporada siguiente, Ibrahimovic dejó a todo el mundo con la boca abierto con su gol de volea en el Ferraris. Y en octubre de 2010, fue Muntari quién sorprendió a Eduardo con un gol desde lejos.
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