COCHAMBAMBA - Con colores vestidos tradicionales, los bailarines del Tinku comenzaron los festejos por el décimo aniversario del Inter Campus Bolivia.
Un total de 200 niños se hicieron presentes junto a sus padres en Cochabamba, siendo estos últimos que trajeron comida y bebida para todos.
También hubo representantes de la Municipalidad, quienes por años han permitido utilizar una cancha de césped artificial sin costo. Además, se hizo presente el Director de la compañía de seguros La Boliviana Ciacruz, empresa que brindó su apoyo donando 70 pólizas de salud y contra accidentes a los niños.
Mirar todas las mencionadas actividades hoy en día nos llena de orgullo. Este es el caso para nosotros quienes creemos fuertemente en este proyecto, pero también para Massimo y Verónica de la Fundación Casari. Ellos muestran cada día su compromiso para ofrecer a estos niños una mejor calidad de vida.
La Fundación Casari y su Centro Educativo y Recreativo (CER) están ubicados en Ticti Norte, uno de los barrios más carenciados de Cochabamba. Para los niños, que generalmente vienen de hogares humildes donde incluso algunos han presenciado situaciones de violencia, el CER es un lugar donde pueden divertirse y estadiar, a la vez de disfrutar de la presencia de personas que los escuchan y se preocupan por ellos.
Desde el 2008 y para promover la diversión y la inclusión, los niños también pueden jugar al fútbol gracias a la colaboración con Inter Campus.
Han pasado 10 años y miles de niños han crecido junto al Inter Campus Bolivia. En algunos casos incluso estos niños han quedado tan apegados al proyecto, que se han transformado en entrenadores del Inter Campus años más tarde. Algunos buenos ejemplos son Junior, Ruiz y José, quienes se han unido a Victor, Elsa y Jamil en el staff técnico local.
