<p><strong>ASUNCIÓN</strong> - José tiene 9 años y llega al campamento junto a su padre, que hace una pausa en el trabajo y se detiene para verlo jugar, dirigido por los entrenadores del Inter Campus que han llegado de Milán. El padre de José, como muchos otros padres de los hijos de nuestro proyecto en Paraguay, es un ganchero que trabaja en el vertedero de Cateura, donde recoge y clasifica los desechos para revenderlos. Los gancheros viven con sus familias en los barracones que rodean el vertedero, y es en este mismo lugar donde el juego y la actividad educativa del Inter Campus han tenido lugar durante casi diez años.</p> <p>Los 150 niños en el núcleo de Cateura entrenan todos los días en un campo de arena, que se inunda con cada lluvia, pero donde la diversión y los juegos nunca faltan, gracias a la incansable voluntad del Coordinador del Inter Campus Paraguay, Julio González Ferreira, y a la pasión y dedicación de los entrenadores locales.</p> <p>Nos encontramos no menos entusiastas y apasionados también a los entrenadores y los chicos del otro núcleo del proyecto, que se encuentra de igual manera en la capital e incluye a unos 120 niños, huérfanos o de familias indigentes de Zeballos Cue, distrito que alberga la escuela y orfanato de Aldeas Infantiles SOS.</p> <p>En el campamento de Zeballos Cue, en el último día de la visita, se llevó a cabo un torneo en el que participaron todos los niños de ambos núcleos, una oportunidad importante para el conocimiento, el intercambio y la unión, un reflejo de los valores del Inter Campus.</p>