MILAN- "Mi padre decía que en la vida hay que saber acontentarse y yo siempre he pensado que no como más de un bistec al día con lo cual no me importa la vaca entera". En una entrevista de Gainni Mura en octubre de 1997, Luciano Spalletti explicó así su personal idea de realismo. En aquella época entrenaba al Empoli en la Serie A, cuatro años después de haber colgado las botas. En el banquillo del "Castellani", salvó al equipo de bajar a C2 en 1994 para luego entrenar a los Allievi. Con su hermano, llevaba la empresa Trio, de sofá-cama: arriba y abajo en una furgoneta por Vinci, antes de pasar al campo a enseñar fútbol.
Spalletti nació en Certaldo, en Boccaccio, y creció en Sovigliana, fracción de Vinci a unos cuántos kilómetros de Empoli. Y mientras el Empoli pasaba, en dos temporadas, de la C1 a la Serie A, en las paredes del pueblo se podía leer escrito: Sacchi más Zeman igual a Spalletti". Él, que no se sentía preparado para entrenar en Serie A, sentía vergüenza. pero en el campo demostraba tener las cualidades adecuadas. Y es el campo que cada día perfecciona su credo: estudio obsesivo, meticuloso, propio de los grandes técnicos".
Como técnico tiene experiencia, pero sobre todo, ojo para identificar a un jugador. Observando a un jugador identifica su calidad, y sabe reconocer el potencial que tendrá.
De joven, Luciano pasaba todas las tardes jugando a fútbol, detrás de via Marconi, en Sovigliana. Recorrió todos los campos de la provincia, con la humildad de un hombre que siempre ha sabido que , para obtener algo en la vida, hay que respetar a las personas y arremangarse las mangas. Se lo enseñó su padre Carlo y lo ha tenido presente siempre".
En Udine, entre el 2002 y el 2005, conquistó dos clasificaciones en Copa Uefa y una en Champions, construyendo un equipo que nunca olvidarán en Friuli. El pase a Roma certifica su crecimiento: no es aquel joven debutante que temía el salto a la Serie A. En la capital, junto a Marco Demenichini, gana dos ediciones de la Copa Italia y de la Supercopa Italiana.
Después de la experiencia en el Zenit, el técnico vuelve a la Roma. El entrenador toscano es considerado uno de los mejores de Europa. para los que aman el juego, escucharlo hablar es un placer. Nadie en Italia es tan eficaz en los análisis y en las explicaciones de situaciones de juego.
En rueda de prensa, se despidió de Trigoria citando a Franco Califano, un interista tan pasional capaz de repetir la alineación nerazzurra en sueños. El "Califfo" fiel a la idea de Brera según la cual el "Inter es un equipo femenino", había comparado la Beneamata a Nicole Kidman. Y al saber que estaría con una mujer tan bella e irresistible, no podía decir otra cosa que lo siguiente: Luciano, ámala!
Davide Zanelli
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