ENZO BEARZOT, UN CAMPEÓN DEL MUNDO NACIDO NERAZZURRO
Con MondoFutbol, la historia de un campeón leal que ha vestido y amado la camiseta interista
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MILAN - "Mira, tienes el número 5 en el pecho". Es el 21 de noviembre de 1948 y Aldo Campatelli, centrocampista y estrella del Inter, está subiendo las escaleras del estadio de San Siro antes del partido entre los nerazzurri y el Livorno, válida para la 11ª jornada de la Serie A. A su lado, un chico de 21 años de Aiello de Friuli, que esa tarde debutaría en la máxima categoría. Se llama Vincenzo Bearzot, pero todos lo llaman Enzo, y con la emoción de debutar, se ha puesto la camiseta al revés. Llega de pasar dos temporadas en Serie B con la Pro Gorizia y el Inter, el equipo del que es aficionado (de pequeño su ídolo era el mismo Campatelli, del que tenía una foto suya debajo de la almohada) lo descubrió durante un amistoso contra los azzurri y lo llevó a la sombra de la Madonnina, en el verano del ´48.
Enzo, cuyo padre, Egidio, era director de banco en Cervignano del Friulli y habría querido que fuera médico o farmacéutico, se quedó en el Inter hasta el 1951, coleccionando 19 presencias y consiguiendo con los nerazzurri dos segundas posiciones y una tercera en el campeonato. Un trienio con el club milanés que dejó huella en la carrera y vida de Bearzot: en Milán, en el tranvía 3, como explicará siempre con orgullo, conocerá a Luisa, su futura mujer y gracias al Inter y a una gira en los Estados Unidos, descubre su otra pasión: la música jazz.
La temporada del ´51 será para Bearzot y el club milanés un "hasta luego". Después de tres temporadas en el Catania y dos en el Torino, Bearzot volverá en el 1956. Una sola temporada, como jugador maduro y portagonista, se deja la piel en el campo. Y el Inter de Karl Lennart "Nacka" Skolund, de Benito Lorenzo, de Giorgio Ghezzi y Bearzot, acompañado en el centro del campo por el joven Giovanni Invernizzi, consigue la quinta posición. Al final de la temporada, Enzo se va cedido al Torino. Allí se quedará siete temporadas y la camiseta granate será la última de su carrera.Allí, en el "Filadelfia" se ganará la fama de líder. En un partido entre semana, se fracturará la nariz, la que le dará un perfil característico, y aprenderá mucho del maestro Nereo Rocco.
