Reuniones y mucho fútbol en el viaje a la Tierra Santa
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Lunes 18 de abril, 17h; Una violenta explosión sacude el autobús número 12 del sur de la ciudad de Jerusalem. Según las primeras informaciones, el autobús estaba vacío y ha colisionado con otro autobús, así como con un coche privado que estaba cerca.
Así empezamos nuestro viaje a Israel y Palestina en la víspera de Pascua. Nos aseguramos de que nuestros contactos locales y los niños que entrenan ahí cerca estuvieran bien. Y después de hablar entre nosotros, decidimos quedarnos allí.
Durante nuestra estancia, realizamos entrenamientos en la localidad palestina de Dir Istia en Cisjordania, el pueblo árabe-israelí de Jaljulia y para acabar, en el núcleo mixto de Beit Safafa en las afueras de Jerusalén. Mucho esfuerzo y entretenimiento, infinitas llamadas telefónicas entre Yasha, Jasmine, Buma con representantes locaIi y los padres, los documentos y los puestos de control, viejos amigos y nuevos encuentros, conversaciones largas, y un paisaje que, en pocos kilómetros, explica el turbulento pasado y la historia actual de un pueblo orgulloso.
A lo largo del viaje nos repetíamos constantemente que teníamos que consolidar lo que funciona, pero al mismo tiempo, reducir las brechas y no perder de vista el sueño de la integración.
Jueves, 22 de abril a las 17h: El torneo en el centro deportivo en Ramat Gan de Tel Aviv acaba de terminar. Los niños cansados pero felices permanecen juntos para tomar un aperitivo, mientras que los entrenadores locales se reúnen para la primera sesión de entrenamiento con nuestros técnicos Albert y Silvio. En el ambiente, una mezcla de excitación y miedo. El lenguaje del fútbol, sin embargo, revela una vez más su magia: israelíes y palestinos juntos.