MILAN - Para entrar en el corazón de los aficionados nerazzurri le bastaron más de 10 minutos. Era el 31 de agosto de 1997, en el "Meazza" se jugaba el Inter- Brescia, primera jornada del campeonato 1997/98. Más de 70.000 socios asistieron en directo el debut de Ronaldo, pero Álvaro recoba le robó el protagonismo al Fenómeno.
"El Chino" debutó con la camiseta nerazzurra aquella tarde, entrando en el campo en el minuto 26 de la segunda parte, sustituyendo a Maurizio Ganz. El resultado era 0-0 y, dos minutos más tarde, Rondinelle adelantó a su equipo tras una invención de Dario Hubner. El estadio del "Meazza" se quedó helado. Silencio e incomodidad, que se esfumaron gracias a los dos goles del 20 uruguayo: un cañonazo de 25 metros y una falta de 30. 2-1 resultado final.
Los primeros dos trucos de un zurdo capaz de imaginar trayectorias fantásticas: perlas inolvidables como la vaselina desde el centro del campo contra el Empoli (25 de enero de 1998) o el gol que le marcó al Lecce después de un control y un sombrero (21 de noviembre de 1999); sin dejar a un lado los golazos de falta o desde el córner. 261 presencias y 72 goles con la camiseta nerazzurra, antes de regresar a su patria para seguir encantando con su talento.
mañana Recoba, después de haber colgado oficialmente las botas, se despedirá del mundo del fútbol en un último partido en Montevideo. Una gran fiesta a la que participarán Javier Zanetti y Francesco Toldo. Ellos trasladarán al Chino el afecto de los aficionados nerazzurri y de Massimo Moratti, el presidente que lo fichó y que saludará al histórico número 20 nerazzurro a través de un vídeo.
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