MILAN - Noche de calor, de muchos aficionados, Massimo y Milly Moratti, Mario Corso y Egidio Morbello (juntos ganaron el scudetto 1962-63), Bedy Moratti, el asesor de cultura del Ayuntamiento de Milán Filippo Del Corno (interista, recuerda la formación de aquel Gran Inter y se emociona, agradece a todos en nombre del alcalde, Giuliano Pisapia, también nerazzurro), Leo e Gianmarco Picchi, hijos de Armando, emoción en la inauguración de la exposición dedicada al icono del Inter. Retrato en campo y sobre todo en su vida privada, fotos de familia, el mar, la arena, la vida real que rodea a un campeón.´
"Era nuestro eje, nos ha dejado un recuerdo imborrable"- declara Massimo Moratti, hablando en nombre de su familia. "Era un imán para el equipo, lo digo y ninguno de sus compañeros se ofende, porque Picchi era capaz de ser así. Era una referencia." Serenella Calderara y Pierluigi Arcidiacono, organizadores de la exposición, destacan que Picchi era un hombre generoso, capaz de aceptar las necesidades de los aficionados en situaciones difíciles. Un hombre que cuando iba a casa de su madre, se quitaba los zapatos porque habría dañado la rigurosa limpieza del suelo".
Sobre las decisiones que Erick Thohir está tomando, Massimo Moratti ha declarado: "El Inter es un club que se vale por sí mismo, es una forma de permitir que tenga su propia fuerza, su autonomía". Es un deseo de suerte, de un presidente a otro. La última imagen de esta exposición está dedicada a Federico y Lorenzo Picchi. Son los sobrinos de Armando que, en nombre del abuelo, utilizan una foto suya con el móvil. Una manera de recordarlo, que en los años sesenta era imposible. Pero siempre permanecerá el recuerdo.
