MILAN - El cruce entre Peter Pan y Superman, versión futbolera, hoy se despide del estadio que ha sido su teatro durante 19 temporadas de su carrera. De Peter conserva una eterna juventud plasmada a base de trabajo y mantenida con entusiasmo, de Superman tiene una implacable rectitud y el alma de superhéroe.
Javier Adelmar Zanetti tiene 40 años, la edad en la que salen las primeras canas, pero desde aquel verano del '95 en el que desembarcó en Malpensa, ha cambiado muy poco. Mérito de una extraordinario normalidad, dotes rarísimas en un mundo dónde todo te lleva a desvirtuar la realidad. En cambio, él siempre va a contracorriente. Es el fiel por antonomasia, fiel a su Argentina y a su Inter (récord de presencias en ambos casos), fiel a Paula, novia histórica convertida en mujer y madre, fiel a su físico, fiel incluso a su pelo que durante 19 temporada nunca lo hemos visto despeinado, moldeado o afeitado.
Su extraordinaria normalidad ha sido tentada por decepciones y derrotas, adulada por victorias y copas y ha sobrevivido a todo. La increíble credibilidad del Capitán es algo reconocido universalmente. No existe un rival que no lo respete, entrenador que se haya sentido traicionado, compañero de equipo que no haya recibido un estímulo. La humilde, enorme importancia del Capitán, Capitán sólo hay uno, derramó lágrimas de felicidad en Madrid y ha sentido el cansancio de 19 temporadas de entrenamiento, lo que suman un total de 5.700 días en el centro A. Moratti , excluyendo partidos,que a día de hoy son 856, por un total de 16 trofeos.
Por lo que estamos hablando de 6556 días en nerazzurro, siempre estando al pie del cañón, porque uno no se conserva tan bien si no se entrena incluso de vacaciones.
Hijo de una Argentina pobre, mejor el balón que la escuela, ídolo de los que creen que si quieres, lo puedes conseguir, quizá es uno entre un millón, pero vale la pena dejarse la piel, Javier Zanetti se despide del campo de San Siro, lo echará de menos como el aire que respira, independientemente de lo que le reserve el futuro. Y todos necesitaremos un poco de tiempo para asimilar que el speaker no volverá a anunciar a Zanetti en las alineaciones. Porque desde hace tiempo, decir Zanetti era como decir Inter.
Hay personas que se tatuan el nerazzurro en su piel, Javier Zanetti lo tiene en el corazón.
Fotos cortesía de Panini.
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