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MILAN - 22 de mayo de 2010, Madrid se despierta con un tiempo perfecto. Los "madridistas" no forman parte de la escenografía de la ciudad, el Bernabeu será el teatro de la final de la Champions League entre el Bayern Munich y el FC Internazionale de Milán. Las calles se tiñen de rojiblanco y nerazzurro. Los aficionados son decenas de miles. Muchos de ellos han llegado a primera hora de la mañana, en vuelos chárter organizados para la ocasión. El Bernabeu está en el centro de una red de calles ordenadas que la Policia controla para facilitar los accesos. A las tres de la tarde hay un ambientazo brutal.
Cuando Milito marca su segundo gol, el Bayern ya no tiene nada que hacer. Los nerazzurri se proclaman campeones de Europa y consiguen un histórico Triplete, récord absoluto en la historia del fútbol italiano.
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