MILAN - Han pasado 31 años desde el fallecimiento de Angelo Moratti, para todos los interistas el "Presidentissimo". Desde aquel 12 de agosto del 1981 el mundo ha cambiado, las tecnologías han superado fronteras, todo ha pasado a un ritmo frenético que a veces arrasa con los recuerdos. Pero a Angelo Moratti no lo olvidamos. Claro que lo ganó todo, consiguió llevar al Inter a lo más alto gracias a su coraje. Si hablamos con las pesonas que lo conoceron, que lo amaron, nos dibujan el retrato de un hombre inolvidable, no sólo por las copas y trofeos que han enriquecido el palmarés del Inter y por el carácter que ha marcado una fase importante de la economía italiana. Ha sido y es inolvidable porque pocos hombres son así, pocos saben afrontar la visa con el sentido leal de la aventura. "Un genio, una persona que podía hacerlo todo- explicaba Massimo Moratti hace dos años- en años en los que las ideas se podían convertir en realidad. Tenía diez años y estaba en el colegio, en Suiza, y recuerdo que mi hermana me escribió para decirme que nuestro padre se había convertido en el Presidente del Inter. En aquel entonces se escribía, no se utilizaba el teléfono (era el 1955.). Todos lo vivimos como otra de sus grandes aventuras. Para nosotros, nuestro padre era capaz de todo". Y así fue.
